jueves, 11 de agosto de 2011

El niño y la Televisión








El mirar televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de niños y adolescentes. Los niños en los Estados Unidos miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Para el momento en que se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase. Mientras la televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.

El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social. Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad. Están bajo la influencia de miles de anuncios comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas malsanas (caramelos y cereales cubiertos de azúcar), comidas de preparación rápida y juguetes. Los niños que miran demasiada televisión están en mayor riesgo de:

bullet Sacar malas notas en la escuela.
bullet Leer menos libros.
bullet Hacer menos ejercicio.
bullet Estar en sobrepeso.

La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los jóvenes impresionables pueden asumir que lo que se ve en televisión es lo normal, es seguro y es aceptable. Por consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y acititudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.

Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la televisión. Los padres deben de:

bullet Mirar los programas con los hijos.
bullet Escoger programas apropiados para el nivel
de desarrollo del niño.
bullet Poner límites a la cantidad de tiempo que
pasan ante la televisión (a diario y por semana).
bullet Apagar la televisión durante la horas de
las comidas y del tiempo de estudio.
bullet Apagar los programas que no les parezcan
apropiados para su niño.

Además, los padres pueden hacer lo siguiente: no permitir a los niños mirar televisión por horas de corrido; al contrario, deben de seleccionar programas específicos para los niños. Seleccionen programas que sean adecuados para el nivel de desarrollo de su niño. Los programas de niños en la televisión pública son apropiados, pero las novelas, las comedias para adultos y los programas de conversación de adultos no lo son. Establezcan ciertos períodos cuando el televisor esté apagado. Las horas de estudio deben dedicarse al aprendizaje, no son para sentarse frente a la televisión mientras tratan de hacer la tarea. Las horas de las comidas son tiempo para conversar con otros miembros de la familia y no para mirar la televisión.

Estimule discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo cuando están mirando un programa juntos. Señaleles el comportamiento positivo como la cooperación, la amistad y el interés por otros. Mientras están mirando, hágale conexiones con la historia, libros, lugares de interés y eventos personales. Hableles de sus valores personales y familiares y cómo se relacionan con lo que están viendo en el programa. Pidale a los niños que comparen lo que están viendo con eventos reales. Dejeles saber las verdaderas consecuencias de la violencia. Discuta con ellos el papel de la publicidad y su influencia en lo que se compra. Estimule a su niño para que se envuelva en pasatiempos, deportes y con amigos de su misma edad. Con la orientación apropiada, su hijo puede aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva

Expresión Musical en Educaciòn Inicial


Si retrocedemos en el tiempo, las actividades musicales en las primeras etapas educativas se reducían a la enseñanza – aprendizaje de algunas canciones infantiles y a la audición de obras de música clásica mientras los alumnos realizaban trabajos o ejercicios de otras materias, pero en la actualidad el tratamiento de la expresión musical en las etapas de Educación Infantil y Primaria requiere mayor atención por su importancia en la formación integral del alumno.
En el artículo de octubre hablaba de la música en el Periodo de Adaptación de Educación Infantil. Ahora que ya hemos superado este periodo, quiero resaltar algunos aspectos relacionados con el desarrollo de la expresión musical en mi aula de Educación Infantil de 3 años.

Desde comienzo de curso vamos elaborando nuestro “Libro Viajero”, que es un compañero más de los niños, un amigo que permite estrechar lazos entre la familia y la escuela, fomentado así la creatividad, el trabajo compartido, la toma de decisiones conjunta, el amor y el respeto por los libros...


En él participa toda la familia, aportado aquellas cosas que desee: la espera y el nacimiento de un hermano, un cuento inventado, la receta preferida, poesías, canciones, fotografías, pinturas, dibujos, collages, las aficiones del niño, sus gustos personales, el relato de alguna excursión, etc....

La música siempre está presente en el libro viajero: Isabel con la “Canción del Tomate” que tanto le gusta, Javi nos escribe sobre “Pipiricayo”, una canción que le canta su abuela y es una de sus preferidas, a Mario lo que más le gusta es la música, en casa tiene un micro y canta todo lo que escucha pero le da mucha vergüenza que lo vean...

Este libro está formado por folios en blanco encuadernados (4 o 5 folios por alumno). Llama a las puertas de todos los niños, el libro entra en cada casa durante una semana y en él participa toda la familia. Se realiza de este modo un trabajo coordinado entre la familia y la escuela porque lo elaboran en sus casas pero luego en la asamblea, hacen partícipes a sus compañeros de clase de todo lo plasmado en el libro.

Educar es socializar y para vivir en sociedad hay que comunicarse, por lo tanto la socialización y la comunicación son metas imprescindibles en esta etapa educativa. La asamblea que realizamos al comienzo de cada jornada escolar nos sirve para establecer lazos de unión con los compañeros de clase, motivar, despertar el interés, activar los conocimientos y experiencias previos, introducir aquellos aprendizajes que nos permitirán desarrollar posteriores actividades cooperativas... La expresión musical siempre está presente en nuestra asamblea diaria.

El sonido y el silencio son compañeros inseparables de nuestra realidad diaria. La voz de los padres, los abuelos, las personas más próximas, los sonidos producidos en la casa, la escuela, los ritmos constantes de la calle que entran por la ventanas de clase, la televisión... forman nuestro entorno sonoro y así lo apreciamos.

A través de las manifestaciones sonoras los niños de 3 años van desarrollando las actitudes básicas para la escucha y las capacidades de observación, reconocimiento, comparación y diferenciación de los sonidos. En clase favorecemos el contacto con las distintas experiencias sonoras que nos ofrece el mundo que nos rodea, y facilitamos situaciones idóneas para interiorizar los diferentes sonidos y ritmos que se producen en el propio cuerpo o por medio de él.

La actividad musical en nuestra clase es siempre muy agradable y gratificante, la atendemos como un juego continuo, a partir de contextos significativos en el que los alumnos van observando, descubriendo, manipulando y experimentando los elementos musicales en sus diferentes manifestaciones. Ellos sienten la necesidad de expresarse por medio de la voz, el movimiento y todo tipo de objetos sonoros e instrumentos musicales que hay a su alcance. La experiencia lúdica es un marco adecuado para que empiecen a utilizar los recursos expresivos sonoros en diferentes situaciones; de esta forma los irán seleccionando, ajustando, estructurando y coordinando mejor.

Con la interiorización y vivenciación del ritmo, desarrollamos los restantes elementos musicales. Igualmente facilitamos contextos de actividad que impliquen la representación e interpretación sonoras, con la utilización de soportes expresivos, como la voz, el propio cuerpo, el gesto o determinados trazos gráficos.

Participamos de forma individual y colectiva, en producciones sonoras y musicales tradicionales, principalmente en canciones, juegos rítmicos y danzas infantiles propias de nuestra comunidad.

La canción es una de las formas más vivas, fáciles y espontáneas de prácticar la música. Desde los más elementales tarareos infantiles hasta las más elaboradas formas ofrecen al niño un sinfín de posibilidades de expresión musical.